Los platos de ducha son uno de los elementos clave en el diseño y la funcionalidad de un baño moderno. Si bien su diseño a medida y materiales innovadores ofrecen durabilidad y estilo, el uso diario puede hacer que, con el tiempo, se deterioren más rápidamente si no se toman las medidas adecuadas.
Evitar que tu plato de ducha se desgaste prematuramente es esencial no sólo para mantener la estética de tu baño, sino también para prevenir futuros problemas como filtraciones, acumulación de hongos e, incluso, reparaciones costosas. A continuación, te ofrecemos una guía detallada con los mejores consejos para alargar la vida útil de tu plato de ducha y mantenerlo como nuevo por más tiempo.
Elegir el material adecuado
La durabilidad del plato de ducha comienza desde su selección. No todos los materiales son iguales en cuanto a resistencia y mantenimiento, y elegir el correcto puede marcar una gran diferencia en su longevidad.
Resina con carga mineral
Este material es una de las opciones más populares en baños modernos gracias a su resistencia, textura antideslizante y diseño elegante. Es ideal para quienes buscan un plato duradero que no se desgaste fácilmente.
Cerámica
Los platos de ducha de cerámica son clásicos, pero pueden ser más propensos a sufrir daños si se caen objetos pesados. No obstante, con el cuidado adecuado, pueden durar muchos años.
Acrílico
Los platos de ducha acrílicos son ligeros y económicos, pero su superficie puede rayarse más fácilmente si no se cuidan correctamente. Para alargar su vida útil, es importante evitar el uso de productos abrasivos.
Realizar una limpieza regular y adecuada
La limpieza es crucial para evitar el desgaste prematuro del plato de ducha. Sin embargo, no se trata solo de limpiar, sino de hacerlo con los productos y métodos adecuados.
Evita los productos abrasivos
El uso de estropajos metálicos o productos de limpieza demasiado agresivos puede dañar la superficie de tu plato de ducha, especialmente si está hecho de materiales delicados como el acrílico o la cerámica. En su lugar, opta por paños suaves y productos de limpieza no abrasivos.
Limpieza diaria o semanal
Es recomendable limpiar el plato de ducha al menos una vez por semana para evitar la acumulación de suciedad, jabón o residuos de cal. Si vives en una zona con agua dura, podrías necesitar hacerlo con más frecuencia para evitar la aparición de manchas de cal.
Uso de limpiadores específicos para cada material
Si tu plato de ducha es de resina con carga mineral es importante utilizar productos específicos que no dañen la superficie. Algunos fabricantes ofrecen limpiadores recomendados para mantener el brillo y la resistencia del plato.
Prevención de la acumulación de suciedad
La humedad es uno de los principales enemigos de cualquier instalación de baño, y los platos de ducha no son la excepción. La acumulación de agua y la falta de ventilación pueden llevar a la formación de moho, hongos y manchas, lo que a largo plazo puede debilitar el material del plato.
Secar después de cada uso
Una práctica sencilla pero efectiva es secar el plato de ducha después de cada uso. Esto ayuda a prevenir la acumulación de agua y reduce las posibilidades de manchas de cal y crecimiento de moho.
Buena ventilación
Asegúrate de que tu baño tenga una ventilación adecuada. Un extractor de aire o simplemente dejar la puerta del baño abierta después de ducharte puede hacer una gran diferencia al reducir la humedad ambiental.
Uso de productos antimoho
En las juntas o esquinas donde la humedad tiende a acumularse más, es recomendable aplicar productos antimoho de manera regular para prevenir la aparición de hongos o manchas.
Proteger la superficie de golpes y rayaduras
Los platos de ducha pueden sufrir daños mecánicos debido a caídas de objetos pesados, movimientos bruscos o el uso inadecuado de herramientas de limpieza.
Evita el impacto de objetos pesados
Uno de los principales factores de desgaste son los golpes accidentales. Por ejemplo, dejar caer botellas de champú o utensilios pesados en la ducha puede provocar grietas o abolladuras en materiales más delicados. Considera usar cestas o estantes para mantener tus productos lejos del plato de ducha.
Tapetes antideslizantes suaves
Si bien es importante evitar tapetes con bases que puedan rayar la superficie, el uso de un tapete antideslizante suave puede proteger el plato de la fricción diaria y evitar arañazos menores.
Cuidado con los productos de limpieza
Algunas herramientas de limpieza pueden ser demasiado duras para la superficie de tu plato de ducha. Asegúrate de utilizar mopas suaves o esponjas no abrasivas para evitar rayar el material.
Inspección y mantenimiento preventivo
Realizar inspecciones periódicas de tu plato de ducha puede ayudarte a identificar posibles problemas antes de que se agraven, y a mantener el buen estado de la instalación por más tiempo.
Revisa las juntas y sellados
Las juntas de silicona alrededor del plato de ducha pueden deteriorarse con el tiempo, lo que puede permitir filtraciones de agua. Asegúrate de revisarlas regularmente y reemplazarlas si notas que están desgastadas o despegadas.
Reparaciones tempranas
Si observas alguna fisura, grieta o daño en la superficie, es recomendable repararlo lo antes posible. Existen kits de reparación específicos para platos de ducha de diferentes materiales que pueden ayudar a solucionar estos problemas antes de que empeoren.
Atención a las manchas persistentes
Si aparecen manchas que no se eliminan con la limpieza habitual, podría ser un indicativo de que el material del plato está empezando a desgastarse. En estos casos, es recomendable consultar con un especialista para determinar si es necesario un tratamiento especial o si es mejor sustituir el plato de ducha.
Un mantenimiento adecuado no solo preserva el aspecto estético de tu baño, sino que también garantiza su funcionalidad a largo plazo, evitando reparaciones costosas e innecesarias. En Mundilite ponemos a tu alcance una amplia gama de modernos platos de ducha que fabricamos a tu medida. Diferentes texturas, formas, colores y materiales a elegir, ¡selecciona el tuyo!
